4.4 Visualización de datos

Existen tantos motivos por los que puede ser interesante no solo representar visualmente los datos, si no hacerlo de manera que el público objetivo los entienda con relativa rapidez, tales cómo la la búsqueda de financiación o de socios para una actividad, la presentación para la viabilidad de un proyecto, la búsqueda del aumento de la reputación o el reconocimiento, los daños ocasionados por un determinado problema que es necesario atajar, etc… tratando por supuesto de aportar valor tanto a la causa como al motivo.

¿Quién puede utilizar y sacar partido de la visualización de datos?

A día de hoy casi cualquiera, empresas grandes y pequeñas, autónomos, entes educativas, y por supuesto los involucrados en cualquier tipo de proyecto, didáctico o documental. El uso publicitario de estos gráficos es en muchos casos el transfondo o la excusa para componerlos. Diferentes utilidades, programas y aplicaciones que ha día de hoy están a nuestra disposición facilitan enormemente la labor marcando la diferencia con épocas anteriores.

La recopilación de información o toma de datos

La recopilación de los datos que se desea representar es tan importante como su representación gráfica para darla a conocer, y puede que incluso en las diferentes etapas participen diferentes perfiles para hacerlo, a veces incluso desde un punto de vista enfocado en el periodismo. Su veracidad es importante, aunque también puedan inspirarse en datos puramente especulativos dependiendo de los objetivos que se persigan.

Los datos se pueden encontrar y reunir gracias a la suma de resultados de una actividad, los formularios y las encuestas, la monitorización, la analítica, etc… estos dos últimos cada vez más a tener en cuenta gracias a las capacidades de la variedad de herramientas de fácil acceso online de las que a día de hoy se dispone.

La organización de los datos

Suele ser conveniente al principio organizar los datos recopilados en forma de mapa mental, disponiendo todo el material de manera que nos ayude a organizar, seleccionar, valorar y desechar cualquier información. La metodología del pensamiento visual o “design thinking” tampoco está de más en estos casos para sacar el máximo partido.

Distribuir la información en toda su extensión por un método tradicional como el uso de post it, bocetos, flechas, y demás artilugios e iconografías, pondrá de relieve la jerarquía, los rasgos y la personalidad de la narrativa.